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A capite ad calcem

move the fuck on!!!

martes, marzo 06, 2007

Barcos

me queda dando vueltas eso de volver a los principios y eso de surcar los océanos y poder llegar a cualquier parte del planeta. Desde niño la historia tan vilipendiada de Titanic, de la White Star Line, atrajo mi atención por el hecho de ser una ciudad completa en el medio del mar. Viaje inagural y el pto Iceberg ese. Luego, el mito, y la frase atribuída a John Jacob QAstor "Ni siquiera Dios podría hundirlo". Tamaña humildad habrá hundido al gigante de la comañia inglesa?. Dios, de existir como lo concebimos, debe estar más preocupado de otras cosas que andar hundiendo barcos por ahí. El punto de la división de las clases y la terrible tragedia de los de tercera, que enternece de lastimera y tristes palabras a la sensibilidad popular, no son más que una forma de desviar la atención al verdadero problema que aquí ocurrió, you see, gentlemen, la maldita mala raja, la misma que mató a Bolaño, la misma que me hizo repetir ese exámen, la misma por la cual estoy sólo, no de solamente. El Bello barco, imponente surcador de la travesía común y misma ruta del cncorde, cerca de terranova, funó, cloteó, cagó. Y se nos fue hasta el fondo del mar.

Cuando era niño, mi padre me llevó varias veces a algún puerto de Chile, y el sonido de la partida, la bocina por decirlo, al anunciar la partida, millones de productos en containers, los moviientos lentos, calculados, la propay la popa en el mismo sentido, cambiando de dirección. Embelezado ante esa eterna majestuosidad que lo da el silencio de la partida. Amo los barcos desde que tengo uso de razón, porque entre su quilla y eslora, la poesía de un viaje se hace real, y olor a salmuera, el recuerdo de las perdidas góletas, las militares, los de cargo, los que cruzan un canal y los pescadores, para el caso, da igual. existe incluso, otra gravedad en su interior, otra forma de caminar, la mirada perdida ante la inmensidad, la ansedad gigante de mirar sin fin un limite azul, olas gigantes que deberían asustarnos, pero que ayudan a la velocidad, los nudos y la carrera por atravesar el atlántico, en barco puedes llegar desde Europa a Asia en algunos días, y zarpar desde un rubio Londres y llegar a un moreno assuán, es lo que me atrae.

en avión? guenoyás

Pero porque no mejor en barco?, podemos fumar, comer, tomar, caminar, ver y sentir la distancia, ver islas que no aparecen en el mapa, sentir la verdadera oscuridad de la que la luna es lámpara. Y por último, en barco viajar el tiempo de antaño, y sentir la misma ruta que hicieron otros grandes en la historia, esta vez,haremos un salud por ellos, y un minutos de silencio a los hundidos.

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